Pedido del Ser – instalación Darío Parejas
Los «cementerios de indios» se encontraban antaño, en todos los casos, en la proximidad de algún lecho muerto de los ríos. Varios de ellos consisten en largos montículos de hasta 50 mts., que sobresalen del suelo unos 80 cm. ó 1 mt., con su parte superior y sus bordes redondeados, seguramente erosionados por las antiguas crecientes y por las lluvias. Los Hermanos Wagner los llamaron «túmulos» y alguna gente del lugar los llama así o, más comúnmente, «bordos». Aparentemente se trataba de elevaciones en cuya base se sepultaba a los muertos, encima se construían las viviendas y servían de diques para la contención de las aguas durante las crecientes de los ríos, y de retención de las mismas para la pesca y previendo las largas sequías que sucedían con frecuencia a las inundaciones.
Con este proyecto estoy indagando es la relación entre cómo si hoy en día vivieran los indígenas en las grandes ciudades, qué tipo de túmulos realizarían con los materiales que se encuentran por las calles. Tierra, baldosas, ramas y hasta instrumentos lumínicos acompañan la razón del indio actual devenido con lo que va encontrando. Como llamador utiliza tanza de pesca y chapas de zinc que alguna obra dejó a la deriva.